El Celo De Una Gata Blanca Mordida Por Un Leopardo Negro Apasionado

“Eres una buena chica. Ya sabes cómo cuidar de mi compañero”.
“¿Yo, de verdad?”

Las espesas feromonas del macho tentaban descaradamente a Irene.
Le llegaban a las narices, como diciendo: “¿Por esto no te gusto?

“Una hembra para ofrecer mi virginidad, entonces,
por supuesto que tendré que arreglar un matrimonio.
Considera esta nuestra primera noche”.

Irene ya era una solitaria antes de llegar a la edad adulta,
Cuando entró en celo, nadie podía ayudarla.
Pero entonces conoce a un macho que le pone fruta dulce en la boca para ayudarla con su celo.
Estaba tan contenta que se le llenaron los ojos de lágrimas.

Estaba cautivada por este extraño macho, calmando su placer,
Cuando recuperé mis sentidos.
Vi los colmillos de Nox sonriendo ferozmente.

¡Espera, este macho…!
¿Cómo pude encontrarme con un leopardo?
¿Por qué un leopardo?

“Llámalo Knox, Irene”.